No hay nada que temer si en cambio logramos permitir que las ciénagas también den flores

martes, 15 de febrero de 2011

Flor del valle

"Tomada prestada" de Valeria Servidio

Flor del valle, solo pido verte hoy

Se ve? Allá, al fondo digo. Es algo especial. Algo lindo aun en días nublados. Quizás aún mas lindo, nose, no llegue todavía.
Resulta que antes de todo aquello que queremos lograr existe un alambrado. Nada es tan simple como parece. Este alambrado desgarra nuestra armadura: armada gracias a nuestros principios, nuestros miedos y nuestro orgullo. No nos gusta desprendernos de este tipo de cosas por lo que le buscamos la vuelta para encontrar otra entrada. Sabemos muy bien que sin nuestras armaduras, cualquier cosa puede pasar.

Un corazón sirve para llevarlo puesto, no para dejarlo a salvo en casa

Pero de eso se trata. De desnudarnos, de dejar atrás nuestra armadura y admitir el riesgo de cortarnos un poco la piel y el corazón. Sólo soltando nuestros miedos y nuestro orgullo podemos pasar el alambrado. Así, desnudos, completamente vulnerables podemos sentir. Sólo siendo completamente vulnerables podemos sentir la fuerza de un abrazo o el calor de una caricia. También podes sentir el dolor de estar cerca y a la vez no. En este mundo no hay garantías. Es el riesgo que hay que correr. Es el riesgo que hay que aprender a correr.

Si no arriesgás un poquito, estás arriesgándolo todo.

"Es redundante" me decia Brain, citando a Todos contra Juan, cada vez que yo usaba la mini-frase "Es decir". Pero no lo puedo evitar, no soy facil de entender.
Es decir que no importa cuantas vueltas le des al asunto, la unica manera de resolver las cosas es dejando todos tus prejuicios, tus miedos y mirar a los ojos. Dejar de ser un homo sapiens y mostrarte como persona. Duele, pero vale la pena.


-No sabes como explicarlo y pretendes hacerlo. Good luck :) (me dijo mi Tyler Durden, con todo ese sarcasmo que tanto me encanta decir, pero no escuchar)

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