No hay nada que temer si en cambio logramos permitir que las ciénagas también den flores

martes, 6 de julio de 2010

3 (Tres)


Los pensamientos invaden, las palabras huyen y las razones se esconden. Los sentidos se abruman, la mente tartamudea y el corazón tambalea. La ayuda no se pide, el silencio se hace costumbre y el valor tiembla. Las miradas no se encuentran, los abrazos sólo se recuerdan y los consejos desaparecen. La honestidad es brutal, los oídos ya no escuchan y la verdad no miente

Los pensamientos se enredan, las palabras hieren y las razones se chocan. Los sentidos razonan, la mente siente y el corazón tiembla. La ayuda se necesita, el silencio permanece y el valor ya no se encuentra. Las miradas se esquivan, los abrazos son fríos y los consejos caducan. La honestidad se necesita, los oídos se ensordecen y la verdad pide pista.

Los pensamientos no conectan, las palabras se olvidan y las razones mueren. Los sentidos no se acostumbran, la mente no reacciona y el corazón ya no grita. La ayuda es forzada, el silencio fluye y el valor pasó de moda. Las miradas se pierden, los abrazos se extrañan y los consejos son propios. La honestidad se siente, los oídos salen a mirar y la verdad duda.