No hay nada que temer si en cambio logramos permitir que las ciénagas también den flores

lunes, 20 de septiembre de 2010

Yo, adolescente

Poder demostrar con esto que sí, que los adolescentes quizás exageramos un poco las cosas, en especial los sentimientos, pero que eso no importa ¿Por qué? Porque sentir importa. Si sentir significa que estamos vivos, sentir en demasía no puede ser algo malo entonces.
Sentir importa. Hay que dejarse llevar por los sentimientos, las corazonadas. Sacar del encierro al corazón, perder el miedo. Si querés que tu corazón se sienta vivo, va a tener que bancarse ciertos raspones. Acaso cuando eras chico existía algo mejor que correr, saltar y caer sobre el patio? Alguna herida te llevabas, pero la sensación de estar exprimiendo cada gramo de vida es incomparable.
Por eso, Back to basics, volvamos al inicio. RESET y a jugar de nuevo. A sonreír se ha dicho, a reír hasta que duela la panza, a llorar hasta que llegue ese abrazo. A no pedir perdón cuando suena tu risa en un momento desubicado, a no avergonzarse cuando caen tus lágrimas. A vivir, porque vivir es reír, vivir es llorar, vivir es gozar, vivir es sufrir, vivir es jugar.