No hay nada que temer si en cambio logramos permitir que las ciénagas también den flores

lunes, 27 de febrero de 2012

Escribir por vicio

Normalmente yo escribo porque tengo una necesidad de sacarme algo de encima. Suele ser algo que tengo adentro y quiero sacarlo afuera para poder verlo mejor. Cómo ver lo que tenés en tu corazón si tu corazón está tapado por piel y huesos? Bueno, lo saco afuera y ahí sí, un poco fuera de contexto, un poco disparatado, un poco ensangrentado, está eso que quería ver y analizar.
Pero hoy no. Hoy tengo ganas de escribir y no tengo sobre qué. Es algo así como ser una persona con corazón y no tener en quien pensar. Bueno, si lo pasamos a algo menos goma, es algo así como tener ganas de ver TV y hacer zapping y no encontrar nada para ver.
Estoy haciendo zapping en mi cabeza y no encuentro un tema para escribir. Todos los canales disponibles están pasando una programación que ya vi o que no me interesa.
Normalmente esto me pasa con la guitarra. Tengo la guitarra en mis manos y no sé qué tocar. Es algo horrible. Tenés algo en tus manos, tenés la pelota en tus pies pero no sabés que hacer con eso. Qué hago? Le pego al arco? Cambio de frente? Espero a que vos me hables? Te llamo? Busco a otra? Tengo ganas de jugar, ganas de hacer algo pero no me decido. No por el hecho de tomar una elección (muy complejo por cierto), sino porque no tengo una motivación.
Hoy básicamente tengo ganas de escribir una comedia romántica. Hoy tengo ganas de ser Godard. Pero Godard tenía algo que yo no tengo, además de un talento descomunal. Godard tenía a Anna Karina. Así cualquiera tiene inspiración.

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